Porque yo soy esa
chica que se emociona con una historia de amor y se
identifica con una de desamor, la que se pone vestidos en
invierno y que muchas veces se pone pantalones largos en verano, la que dice
"te quiero" con todo la rabia del mundo, la que se esconde detrás de
un alfiler con tal de poder verte, la que escribe tu nombre en los vidrios
empañados y luego lo borra intentando convencerse que se me volverá a ocurrir
hacerlo, la que sueña con lo que quiere y cuando despierta no se desilusiona
porque sabe que volverá a soñar... Esa chica que se queda hasta las 3 de la
madrugada esperando a que aparezca un arcoíris en mi ventana. Soy esa chica que
se encierra tras puertas abiertas esperando la hora en la que ella esté,
escuchando el tic-tac de un reloj.
Pero que más da. Que importa si me gusta lady
gaga, que importa si me junto con nerds, que importa si combino rosa, calipso y
verde limón, que importa si no me gustan los pantalones de payasos que ocupan
los demás, que importa si pinto mis uñas de un color cada una, que importa si
quiero tener el pelo rojo, que importa si no soy tan tierna y dulce como los demás,
que importa si a mis peluches les hago peinados alocados, que importa si
encuentro hermosa a lady gaga con todos sus cambios, que importa si mi helado
favorito es el de chocolate amargo, y que importa que odie a la gente que dice
que hay que vivir la vida al máximo, porque es muy difícil vivirlo al 100% siempre. Porque hay
límites, mejor dicho, puertas que se
abren y se cierran. Para vivir la vida al máximo, tienes que tener cuatro
llaves. La de la salud, para poder disfrutar. De la belleza, gracias a que
vivimos en un mundo superficial. Inteligencia, para guardar las llaves
correctamente y la del dinero, por razones obvias. Según algunos poseo 3, según
otros 2... Menos mal que de gustos no hay nada escrito.
Y lo o acepto, soy
de esas que si se me ocurre algo, enloquezco por conseguirlo. De las que llegan
media hora tarde y sonríen mientras piden perdón. De las que hace la maleta
tres meses antes de salir de viaje. De las que piensa que el orgullo es
lo último que se pierde. Que llevo el móvil en mi busto aunque sea cancerígeno
y que primero actúo y luego pienso. Miento bastantes veces, mentiras piadosas,
eso sí. Que soy el ser mas imperfecto y me cuesta reconocer esos defectos.
Nunca he mentido en eso del amor. He dicho que me enamore y nadie puede decir
que no. Dije que amé y era cierto. Y si digo que ya no lo siento. .. Una vez más repito que suelo
decir mentiras piadosas.
¿Y sabes? A
medida que vas creciendo, te das cuenta de que tus ídolos, padres y compañía no
son tan perfectos como esperabas. Solo son mejores actores que tú, que saben
ocultar mucho para llegar a la perfección. Pero al fin y al cabo, son gente de
carne y hueso, a la
que pinchas y sangra.